La provincia de Puerto Inca, en la región Huánuco, enfrenta una alarmante crisis ambiental. Según especialistas y organizaciones ambientales, el 30 % de su territorio ya ha sido deforestado, principalmente por actividades ilícitas como la minería y la tala ilegal. Esta situación coloca a Puerto Inca como una de las zonas más golpeadas por la pérdida de bosques en la Amazonía central.
La Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible advirtió que el avance de la deforestación es imparable y pone en grave riesgo ecosistemas clave y comunidades indígenas. Entre los factores más preocupantes figuran la minería ilegal con maquinaria pesada y uso de mercurio, el tráfico de tierras y la expansión de cultivos ilícitos. A esto se suma la incursión de organizaciones criminales procedentes de Madre de Dios, lo que agrava la situación.
Se estima que entre Puerto Inca (Huánuco) y Coronel Portillo (Ucayali), se han perdido más de 500 mil hectáreas de bosque desde el año 2001. Además, el daño ya afecta zonas cercanas a la Reserva Nacional Oxapampa-Asháninka-Yánesha, considerada una de las áreas naturales más importantes del país. Frente a este escenario, autoridades ambientales y organizaciones sociales urgen al Estado a tomar acciones concretas para detener esta emergencia ecológica.
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