Las declaraciones de Carlos Zambrano reflejan el momento complicado que vive la selección peruana tras su derrota ante Argentina por 1-0, en el marco de las Eliminatorias Sudamericanas al Mundial 2026. Estas palabras, cargadas de autocrítica, destacan tanto las limitaciones actuales del plantel como la realidad de un equipo que lucha con problemas de renovación y falta de profundidad en su nómina.
La derrota ante Argentina, aunque por la mínima diferencia, deja a Perú en el último lugar de la tabla de las eliminatorias. Esto aumenta la presión sobre el equipo y su cuerpo técnico.La selección ha tenido dificultades en generar juego ofensivo y mantener consistencia, reflejo de un proceso que aún no logra consolidarse.
El entrenador uruguayo, quien asumió el cargo recientemente, enfrenta un panorama incierto. Los resultados y el desempeño han puesto en duda su continuidad, aunque la próxima fecha de las eliminatorias será en marzo de 2025, lo que le podría dar tiempo para replantear estrategias.
En marzo de 2025, Perú enfrentará a Bolivia en Lima el día 20 y a Venezuela el 25. Estos partidos serán claves para revertir la situación y buscar sumar puntos en una eliminatoria que ha sido desfavorable hasta ahora.
Las palabras de Zambrano no solo reflejan frustración, sino también la realidad estructural del fútbol peruano, donde los recursos y la profundidad del plantel son limitados. La Federación Peruana de Fútbol (FPF) tiene el desafío de trabajar en el desarrollo de nuevas generaciones de jugadores para competir en un escenario internacional cada vez más exigente.
Mientras tanto, los jugadores experimentados como Zambrano deberán mantener la moral del equipo y encontrar soluciones en un contexto adverso.
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