La trágica muerte de N.L.A.P., una adolescente de 13 años que falleció el 1 de agosto tras dar a luz en su vivienda en el caserío de Piruro, distrito de Panao (Pachitea), ha generado una ola de indignación y el pedido de justicia inmediata. La menor, quien no recibió atención médica oportuna, murió a consecuencia de una hemorragia posparto, mientras que el recién nacido quedó bajo el cuidado de su abuela materna.
Marco Durand Roca, jefe de la Oficina Defensorial de Huánuco, señaló que este caso no solo expone un hecho de violencia sexual, sino también la falta de acción del sistema de protección estatal. Pese a que desde junio el personal de salud de Huarapata alertó a las autoridades, no se adoptaron medidas urgentes para resguardar a la menor. Actualmente se desarrollan tres investigaciones: una por violación sexual, otra por la causa de muerte y una tercera sobre la situación del recién nacido, que permanece bajo vigilancia tras pedido de la Defensoría del Pueblo.
Organismos nacionales e internacionales como UNICEF y Flora Tristán condenaron lo ocurrido y exigieron sanción a los responsables, así como políticas efectivas para prevenir embarazos adolescentes y violencia sexual en zonas rurales. La Defensoría del Pueblo exhortó a las autoridades a garantizar atención integral al recién nacido y a acelerar las diligencias, reiterando la urgencia de reforzar la protección de niñas, niños y adolescentes en el país.
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