El costo de la electricidad en el Perú podría multiplicarse hasta cinco veces en los próximos años debido al agotamiento de las reservas de gas natural de Camisea y la ausencia de nuevos proyectos de exploración. Según proyecciones expuestas en el foro “La urgencia de explorar hidrocarburos: el futuro energético del Perú en riesgo”, organizado por Gas Energy Latin America (GELA) y Perupetro, el país camina hacia un shock energético que impactará en hogares, industrias y en las cuentas fiscales.
De acuerdo con el exministro boliviano Álvaro Ríos, los ingresos por regalías y canon de hidrocarburos podrían caer en más del 50% entre 2025 y 2046, afectando directamente los presupuestos regionales y las inversiones en salud, educación e infraestructura. El costo de generación eléctrica pasaría de 20 dólares por MWh —con gas nacional— a más de 100 dólares con gas importado, mientras que la tarifa final de gas para familias y empresas subiría entre 60% y 120%. El transporte también sufriría incrementos, con el gas natural vehicular (GNV) duplicando o triplicando su precio.
Las proyecciones señalan que, de no impulsarse la exploración de nuevos yacimientos, el déficit energético del Perú superará los 5.000 millones de dólares en 2046. Aunque existen alternativas en cuencas como Madre de Dios y Marañón, la conflictividad social, las trabas burocráticas y la falta de incentivos desalientan la inversión privada. Expertos advierten que, sin un cambio de rumbo en la política energética, el país perderá competitividad industrial y los peruanos enfrentarán un fuerte incremento en el costo de vida.
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