El desplome del techo ha dejado a los estudiantes de secundaria expuestos a la intemperie, interrumpiendo las actividades académicas en un contexto de vulnerabilidad y precariedad. La comunidad educativa, conformada por alumnos, padres de familia y docentes, se encuentra preocupada ante la imposibilidad de continuar con las clases de forma regular.
Además del impacto material, este hecho pone de manifiesto la necesidad de mayor atención en infraestructura educativa en zonas rurales como Tambo Pacucha. La escuela afectada es el único espacio disponible para la formación de los jóvenes de la comunidad, quienes ahora enfrentan incertidumbre sobre el reinicio de las actividades escolares.
La población afectada hace un llamado urgente a las autoridades locales, regionales y nacionales para que tomen medidas inmediatas.
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