El caso de Liz Fiorela Collantes Llanos (19), reportada como desaparecida desde el pasado 6 de septiembre, dio un giro doloroso tras el hallazgo de su cuerpo sin vida en una chacra del sector Nuevo Jaén, distrito de Yanajanca. La búsqueda no fue encabezada por la Policía, sino por las Rondas Campesinas y pobladores de la zona, quienes asumieron la tarea al considerar que las autoridades no mostraron interés oportuno en el caso.
Según el testimonio de los ronderos, fueron ellos quienes, siguiendo huellas de sandalias en un camino cercano a una acequia, se adentraron en el monte y encontraron los restos de la joven. “No estamos buscando oro, estamos buscando una persona”, expresó uno de los dirigentes comunales al narrar cómo dieron con el lugar exacto.
Los ronderos también señalaron que la búsqueda se centró en terrenos vinculados al principal sospechoso, Yerico Tarazona (24), ex pareja de la víctima, actualmente no habido. El cuerpo fue hallado en una parcela que pertenecería a un familiar del investigado, a unos 20 minutos del centro poblado de Yanajanca.
Tras el hallazgo, los ronderos dieron aviso a la Policía Nacional y al Ministerio Público, quienes acudieron al lugar para realizar el levantamiento del cadáver y disponer la necropsia de ley. Mientras tanto, los familiares y ciudadanos exigen justicia y cuestionan la falta de reacción de la Policía, subrayando que fue la organización comunal la que finalmente esclareció el paradero de Liz Fiorela.
0 Comentarios